Alma Perez es una muchacha salvaje y bellísima, a sus 23 años es la fruta más fresca y apetitosa de aquellos campos verdes donde vive. Junto con su hermanita de crianza; Jazmín, ambas corren rebeldes y despreocupadas por la tierra, se bañan en los ríos y entran a robar frutas a la impresionante hacienda de la poderosa familia Sorrento.
Alma jamás ha pisado una escuela, por eso su educación es escasa y su carácter agreste la mete en montones de problemas. Jazmín es todo lo contrario, es tímida y callada, pero siempre es arrastrada por las locuras y travesuras que inventa Alma.
En la hacienda Las Brisas, propiedad de don Patricio Sorrento, vive éste en compañía de su hija Dubraska, joven caprichosa y altanera que esconde un terrible secreto; secreto que también conoce don Patricio, y para evitar el escándalo, el buen hombre se ve obligado a comprar un marido para su hija. También en aquella
casa, vive Gertrudis, la amargada y rastrera cuñada de don Patricio.Gertrudis; viuda también, es la madre de Mónica, quién es igual de perversa que su madre. Gertrudis y Mónica viven amargadas por ser las parientes pobres, las arrimadas de aquella hacienda. Gertrudis sueña con casar a su hija Mónica con un millonario, y es por eso que consiguió que Mónica se hiciera novia de Alberto Ocampo, único hijo de una acaudalada familia. Pero aunque Mónica también sueña con casarse con el apuesto Beto, la verdad es que no lo ama y de él solo le interesan sus millones. Mónica por quién siente una pasión devoradora es por el tosco y mal educado capataz de la hacienda Las Brisas; Nicanor, un tipo rudo y de malos sentimientos.
Alma no conoce a sus verdaderos padres, fue criada por la déspota Fucha Pérez, la abuela de Jazmín. Fucha ama y se desvive por su verdadera nieta, pero a Alma la desprecia. Fucha es una mujer de sentimientos mezquinos y dada a la bebida. Golpea a Alma y la trata con la punta del pie, con insultos y desprecios.
Pero, a pesar de haber crecido en aquel ambiente hostil, Alma no ha perdido las sonrisas ni la inocencia. Es una muchacha trabajadora y emprendedora, un día Alma se gana la vida vendiendo frutas al borde de la carretera, como también se la gana ordeñando vacas en las haciendas vecinas o también busca dinero planchando ropa en las casas de los ricos de aquellas tierras. Alma más de una vez se ha tenido que caer a golpes con varios varones para darse a respetar.
Paralelamente a la vida de Alma, conoceremos a Juan Pablo Robles, protagonista de la historia. Es un buen muchacho de 30 años, quién vive humildemente con su madre Caridad Robles, mujer que está en una silla de ruedas luego de haber sido asaltada y que recibiera un balazo del cobarde hampón que se dio a la fuga. Adelantada la historia, se descubrirá que la persona que asaltó a Caridad y se escapó, es Nicanor; el capataz de la hacienda de don Patricio.
Juan Pablo se gana la vida como el administrador de don Patricio y el buen hombre le tiene mucho aprecio al joven por trabajador y honrado. La madre de Juan Pablo solamente volverá a caminar gracias a una costosa operación, pero Juan Pablo no tiene el dinero necesario para pagarla. Con mucha vergüenza; Juan Pablo se atreve a pedirle un préstamo a don Patricio para poder operar a su madre.
Don Patricio, que necesita casar a su hija Dubraska para esconder su secreto, le propone a Juan Pablo regalarle aquel dinero que necesita con tanta urgencia, y le propone también convertirlo en su socio en todos sus negocios, si a cambio de eso acepta casarse con Dubraska. Juan Pablo se niega pues no está dispuesto a venderse, pero ver día tras día a su madre atada a aquella silla de ruedas, le hace terminar aceptando aquella oferta.
Dubraska acepta a casarse con Juan Pablo aunque no lo ama. Ella está enamorada del campesino Fernando Ríos, quién irá a la cárcel injustamente. Fernando será encerrado por don Patricio para separarlo así de Dubraska. El gran secreto que la joven guarda, es que acaba de dar a luz una hija del apuesto campesino.
Es por eso el apuro de don Patricio de casar a su hija con Juan Pablo, para mandar a los recién casados de viaje y que al regresar, lo hagan con la bebé en brazos y hacerla pasar como hija de Juan Pablo. La niña está oculta en una habitación de la mansión Brisas, solamente al cuidado de una enfermera. Dubraska ama a su hija, pero su padre no deja que se le acerque si no acepta casarse con Juan Pablo. Dubraska acepta aquel matrimonio, pero sin renunciar a su amor por el noble Fernando.
También vamos a conocer a Cecilia de Ocampo, mujer refinada y de nobles sentimientos, quién es la verdadera madre de Alma. Cecilia tras un mal paso en su juventud del cual nació Alma, fue apartada de su hija por su madre doña Paula, quién se la entregara a Fucha con una buena cantidad de dinero. Fucha desapareció con la niña y por eso Cecilia nunca más la volvió a ver. Cecilia pasado el tiempo, se casó con el noble Danilo Ocampo, con quién tuvo adoptó un hijo; quién no es otro que Beto, el novio de la ambiciosa y terrible Mónica.
Beto quiere presentarles a sus padres a la familia de Mónica, que no es otra que Gertrudis, Dubraska y don Patricio. Cecilia y Danilo están encantados con la idea de que su hijo Beto se case con una muchacha perteneciente a una familia tan importante, lo que nunca se llega a imaginar Cecilia, es que don Patricio, es el hombre que ella amó en el pasado; o sea, el padre de su hija perdida. Patricio ignora haber tenido una hija ilegítima. Esa hija no es otra que la salvajita Alma.
Un mal día, Nicanor entra a la humilde casucha donde Alma vive con Fucha y Jazmín. Discute con ella reclamándole algo, pero la joven se defiende como una fiera. En la lucha, Alma se desmaya y Nicanor aprovecha para incendiar el lugar y matar así a Alma para silenciarla. Nicanor huye de la casucha en llamas y Alma se salva de milagro ayudada por su amigo el bobo Teófilo y por el valiente Fernando.
La casucha queda reducida a cenizas. De la ciudad regresan Fucha y Jazmín y ven como el fuego lo consumió todo. Fucha culpa a Alma de ser la culpable de haber perdido el lugar donde vivían. Fucha amenaza con darle una paliza brutal cuando la encuentre. Unas horas antes, Alma asustada ante la golpiza que se imaginaba que le iba a dar Fucha, se escapa corriendo entre los matorrales. Cansada y sin fuerzas, Alma llega a la hacienda de su padre don Patricio, ella salta el alto muro y penetra en Las Brisas. Se mete a las caballerizas y allí pasa la noche en medio de sollozos y lamentando su triste suerte. Poco a poco la desventurada muchacha se va quedando dormida.
Al día siguiente es encontrada durmiendo allí, sobre los montones de paja por Juan Pablo, quién se sorprende, pero luego la reconoce, pues un día antes, Juan Pablo y Alma se habían conocido cuando ella se bañaba desnuda en el río y él pícaramente le había tomado unas fotos. Alma furiosa por aquellas fotos robadas, le tira a la cabeza a Juan Pablo una fruta y se escapa de él. Alma huyó y no volvió a recordar al joven hasta ese momento.
Juan Pablo al descubrirla en los establos, la despierta y se interesa en ayudarla. Ella deshecha en llanto, le cuenta todo lo sucedido. La joven le dice que se quedó sin casa y que tuvo que huir para que la mujer que la crió no le diera una paliza. Juan Pablo conmovido, la invita a mudarse a su casa para que así se convierta en la cuidadora de su madre paralítica. Ella se sorprende ante el ofrecimiento. Luego Alma se encuentra de frente con don Patricio Sorrento, el dueño de aquellas tierras. Don Patricio también es puesto al tanto de la situación de la desvalida muchacha e invita a la bella Alma a quedarse a vivir en la mansión Las Brisas.
Alma desconfía de las intenciones de don Patricio y él le asegura que solamente desea ayudarla, que si se queda, la educará y la refinará. Las malvadas Gertrudis y Mónica se niegan a que aquella salvaje entre a la casa, pero Patricio se empeña pues desea jugar al Pigmalión con su propia hija, aunque ignora el lazo de sangre que lo une a Alma. Es así como Alma entra a vivir a la impresionante mansión campestre de su padre.
Cecilia con la ayuda de su gran amiga Amanda y un detective, buscan a Alma, pero todo parece ser en vano. Cecilia se desespera por no poder encontrar a su hija. Ella le ha ocultado a su esposo Danilo tener una hija perdida. Cuando Danilo se entera de la verdad, se siente dolido y herido por aquel secreto. La revelación de aquel hecho, empieza a detonar lo que será un futuro divorcio entre Cecilia y su marido.
Gertrudis es amiga de doña Paula; la verdadera abuela de Alma. En la hacienda Las Brisas; la vida de Alma no es fácil, pues entre Gertrudis, Dubraska y Mónica, le hacen la vida imposible a la muchacha. Además allí, Alma se reencuentra con el canalla de Nicanor. Alma que ya sabe que Mónica engaña a su futuro marido con el capataz, quiere contarlo todo. Alma ignora que Beto es supuestamente su medio hermano. Ambos jóvenes al conocerse se caen muy bien y se hacen amigos.
Juan Pablo se encarga de enseñar a leer a Alma y ella sin darse cuenta, se va enamorando de él, pero la joven ignora que Juan Pablo sea novio de Dubraska y que se tengan que casar. Cuando Alma se entera de todo, se siente desilusionada y llena de tristeza.
Lamentablemente llega el día de la boda de Juan Pablo y Dubraska. Ambos se casan y se van de viaje. Juan Pablo se siente el hombre más infeliz del mundo al tenerse que separar de Alma, a quién descubrió que quiere con todas sus fuerzas. Alma siente que su mundo se derrumba con aquella boda y aquel viaje de luna de miel.
Alma ahora está otra vez desprotegida, pues Mónica la acusa de ladrona delante de todos y la bella campesina tiene que irse de Las Brisas entra a trabajar como sirvienta a la casa de su propia abuela doña Paula, quién descubre que la salvaje muchacha es su nieta, y lejos de quererla, la desprecia y la trata mal, por considerarla la hija del pecado.
Al mismo tiempo, Beto descubre que Mónica lo engaña con el capataz Nicanor y rompe con ella. El muchacho destrozado, se hunde en la tristeza. Beto que ya anteriormente había conocido a la dulce Jazmín; la hermanita de crianza de Alma, se empieza a enamorar de la campesinita. Jazmín se enamora también del buen Beto y entre ellos nace un amor precioso y juvenil.
Cecilia conoce accidentalmente a su hija Alma e ignorando el lazo de sangre que las une, se hace su amiga y se pone a cuidarla y protegerla. Pasan los días y Juan Pablo regresa de su luna de miel con Dubraska. Ambos llegan con una niña en brazos, la hija de Dubraska con Fernando que ya salió de la cárcel. Les dicen a todos que la bebé fue adoptada en el extranjero. Juan Pablo trata de tener un acercamiento con Alma, pero ella ha sido engañada, le han hecho creer que la hija de Dubraska es también de él. Alma se niega a ser feliz con Juan Pablo pues no se siente capas de separarlo de su esposa y su supuesta hija.
Por su parte, ya Beto totalmente enamorado de Jazmín, decide casarse con la dulce campesinita y de hecho; llegan a casarse, pero Mónica decide inesperadamente recuperar al joven heredero. Mónica le pide perdón a Beto y le pide que no se divorcie de Jazmín. Beto al verla; duda y no sabe si la sigue amando o si ama solamente a Jazmín. Confundido en sus propios sentimientos; Beto abandona a Jazmín y regresa con Mónica. Jazmín cae en una terrible depresión y casi muere de tristeza.
Alma conoce a Esteban de la Vega, quién es el mejor amigo de don Patricio. Esteban se enamora perdidamente de ella y desea hacerla su mujer. Ella aunque no ama a Esteban, acepta casarse con él. Juan Pablo siente que muere de celos y de dolor. Las cosas se complican y Alma huye a la ciudad con su hermana Jazmín, allí conocen a Raúl quién es dueño de una de las agencia de modelos más importantes de Miami. Raúl se empeña en convertir en modelo a Alma, y aunque ella se niega, no le desagrada la idea. Raúl tiene un hermano que es un famoso modelo. Federico al conocer a Jazmín, queda prendado de ella.
Federico se empieza a enamorar de la dulce Jazmín y ella ve en él la posibilidad de un nuevo amor y olvidar a Beto. Paralelamente; Beto se da cuenta que no ama a Mónica, que ese amor ya está más que enterrado y decide buscar a Jazmín y pedirle perdón por haberla abandonado. Beto sueña con recuperarla, pero ya la sufrida campesinita está en los brazos de Federico y hasta se va a casar con él, aunque no lo ama.
Alma es completamente refinada y convertida en una modelo. Ella sueña con triunfar y restregarle el triunfo en la cara a Juan Pablo. El matrimonio de Juan Pablo y Dubraska finalmente se hunde y ella lucha por ser feliz junto al verdadero padre de su hijo. Don Patricio sigue empeñado en impedir aquellos amores.
Cecilia finalmente le revela a Patricio que tuvo una hija de él, hija que lleva más de 20 años perdida. Inmediatamente que Patricio se entera de ese hecho, une fuerzas con Cecilia para buscar a su hija, sin imaginarse que es la bellísima Alma.
Llega la noche del debut de Alma como modelo, las personas más influyentes y poderosas se dan cita allí para aquel desfile. Juan Pablo acude y descubre con sorpresa que la modelo principal es Alma, ahora convertida en Aries, la mujer de fuego. Alma triunfa como modelo y acapara la atención de todos. Juan Pablo logra llegar hasta ella y le confiesa cuanto la ama. Ella le asegura que es tarde para aquel amor. Raúl le anuncia a Juan Pablo que Alma y él se van a casar, pero también aquella noche reaparece Esteban; el esposo de Alma y corta de raíz los planes de conquista de Raúl.
La ambiciosa Fucha por una gran cantidad de dinero, le confiesa a don Patricio que Alma es su hija, la hija que tanto tiempo lleva buscando. Patricio emocionado va en busca de Alma, pero ella al conocer la verdad lo rechaza por haber abandonado a su madre Cecilia.
Alma busca a su madre y le confiesa ella misma que es su hija. Cecilia se siente la mujer más feliz del mundo por haber recuperado al fin a su hija. Patricio cambia su testamento y muere a los pocos días. Su única heredera es Alma, a quién le deja todos sus millones y su hacienda Las Brisas.
Alma regresa a vivir a la mansión donde tantas veces fue humillada y despreciada. Alma pone a trabajar a Gertrudis y a Mónica como sirvientas, humillándolas de esa manera por todo el daño injusto que le hicieron. Alma bota a Juan Pablo de su cargo de administrador castigándolo así por todo lo que la hizo sufrir. Ahora Alma, millonaria y famosa como modelo, decide al fin divorciarse de Esteban y casarse con Raúl, aunque no la ama.
Nadie es feliz, pues Cecilia descubre que su buen esposo Danilo tiene una amante, que no es otra que una sirvienta de la casa llamada Susy que es una trepadorcita. Juan Pablo sin trabajo y desesperado siente que el mundo se le derrumba. Solamente su madre; ya curada gracias a la operación, lo consuela.
Dubraska y Fernando logran estar juntos, pero la pobreza es muy grande y los problemas cada día mayores. Alma perdona a su hermana Dubraska por haber sido mala con ella al principio y ambas a partir de aquel día son muy unidas. Alma le entrega parte de la fortuna de don Patricio. Ahora, sin problemas económicos; Dubraska, Fernando y la hija de ambos pueden ser felices. Mónica y Gertrudis no se conforman con ser las sirvientas de Alma y planean destruirle la vida.
Ya todo está listo para que la triste Alma se case con Raúl pues ha quedado divorciada de Esteban quien no se conforma con perderla. También estará en escena la perversa Abigail Richardi; prima de Esteban y quién está perdidamente enamorada de Juan Pablo a quien conoció en Roma cuando él está de luna de miel. Abigail también es modelo y siente celos del éxito de Alma. Abigail unirá fuerzas a los villanos de la trama para destruir a la protagonista.
Alma siendo honesta termina con Raúl confesándole que nunca lo amará. Él triste se va de viaje y no regresa más. Jazmín es honesta con Federico y le confiesa que no se puede casar con él pues tampoco lo podrá querer nunca. Es así como la promesa de matrimonio entre ambos queda rota y Jazmín y Beto vuelven a unirse y ésta vez para siempre; ahora que Beto ha sacado para siempre de su vida a Mónica.
Danilo arrepentido y dándose cuenta que su verdadero amor es Cecilia, acaba su aventura con la sirvienta trepadora. Danilo va en busca de Cecilia y le pide perdón, pero ella está muy dolida y antes de otorgarle dicho perdón, lo hace sufrir un poco. Finalmente, Cecilia y Danilo se juntan más enamorados que nunca.
Cuando la historia va acercándose a su fin, cada villano va recibiendo su castigo, empezando por Esteban, quien muere tras una larga agonía después de haber caído por un balcón. Gertrudis se vuelve loca porque Esteban no la amaba, Mónica, al no soportar la muerte de Esteban, se suicida ahogándose en un río, ante la presencia de Gertrudis.
Finalmente, Abigail, la que más daño le hizo a Alma, recibe su castigo por parte de Azul, quien al final se pone de parte de Alma, sin que ésta última lo sepa. Azul, por venganza, encadena a Abigail en una cueva y le defigura el rostro, así como ella le hizo lo mismo tiempo atrás. Azul planea hacerla sufrir y pagar por todo lo que hizo, así que empieza a lapidar la entrada de la cueva, haciendo caso omiso a las súplicas de Abigail para que no la encierre. Azul se depide de ella y encaja el último ladrillo en la entrada, y de esa forma, Abigail se queda sin luz, sin aire, desfigurada y sola. Azul informa a Alma que no volverá a ver a Abigail nunca más. Azul va a la Iglesia y confiesa que se siente tranquila porque sabe que hizo justicia.
Alma y Juan Pablo, por fin empiezan a disfrutar de su amor sin que nada ni nadie los haga sufri mas.
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