jueves, 23 de junio de 2011

´´(El Manantial)´´

En el pueblo de San Andrés la rivalidad y el odio entre las familias Valdés y Ramírez se hace cada vez más fuerte, esto se debe principalmente a que Rigoberto Valdés es dueño de un hermoso y bello brote de agua que baña sus tierras mientras que Justo Ramírez se la pasa buscando la forma de apoderarse del brote de agua. Aunque esta parece ser la razón más evidente del pleito entre las familias en realidad la verdadera razón del odio tan intenso que se tienen se oculta en la intimidad.
Justo Ramírez, casado con Margarita Insunza con quien vive en la hacienda "Piedras Grandes", mantiene una relación adúltera con Francisca Rivero, mujer de su rival y vecino Rigoberto Valdés. Esta relación, fundada en
el engaño y la promiscuidad, generará el más amargo resentimiento y provocará la destrucción paulatina de las dos familias. Los Valdés tienen una hermosa hija llamada Alfonsina, que nació en la misma época que Alejandro, único hijo y heredero natural de los Ramírez. El odio de la familia de Alfonsina se incrementa cuando Justo Ramírez en complicidad con Francisca asesina a Rigoberto, antes de que éste los asesine a ellos al momento de descubrir el infame engaño y por medio de una mala jugada, consigue lo que siempre ha deseado, ser dueño de "El Manantial". Francisca descubre que ha quedado embarazada de Justo, meses después da a luz a la pequeña criatura en la casa en la que viven, Álvaro Luna doctor y compadre de Justo se encarga de atender el parto. Debido a que Francisca estaba inconsciente Justo se lleva a la supuesta bebé diciendo que está muerta, siendo que en realidad estaba viva y no era mujer sino un varón, para que nadie se entere Justo decide regalar al niño llamado Hector a Álvaro el cual lo cuida como un pariente más.
Años después. Alfonsina y Alejandro a pesar de haber crecido apartados y con el alma alimentada de prejuicios contra sus respectivas familias, no pueden evitar sentirse atraídos. El primer encuentro de Alfonsina y Alejandro no es precisamente el mejor. Acostumbrados como están a odiar el apellido del otro, se convencen de lo que siempre han sabido, que los Valdés y los Ramírez no pueden ser más que enemigos. Una noche Justo abusa sexualmente de Alfonsina. La pérdida de la propiedad y el dolor de haber sido abusada obliga a la familia de Alfonsina a irse de San Andrés; dolida, jura que hará todo lo que esté en sus manos para recuperar la tierra que fue de sus abuelos.
Así, pensando que finalmente se han deshecho de sus eternos enemigos, los Ramírez deciden que la mejor candidata para ser la esposa de Alejandro es Bárbara Luna, la hija de Álvaro, una muchacha guapa pero calculadora y algo frívola. La familia de Bárbara, interesada en las ventajas que le traerá dicho enlace, queda encantada con la idea y formalizan el compromiso. Esto coincide con el regreso de Alfonsina a San Andrés. Bárbara desconfía de la recién llegada y trata por todos los medios de alejarla de su futuro marido. Sin embargo, la fuerza del amor puede más que cualquier intriga, y Alfonsina y Alejandro finalmente se confiesan su amor.
Pero el resentimiento y la mala voluntad que ha marcado la relación entre sus familias los condena a ser víctimas del encono. Para sobrevivir, su amor tendrá que vencer las barreras que el destino les presente, y así convertir "El Manantial" en una verdadera fuente de esperanza.

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